Sin dudas si no eres una persona que se fije en los detalles no te habrás dado cuenta, pero es cierto, cada vez que nos acercamos a un acantilado o a la playa o a la orilla de un río, los árboles se ven más torcidos que lo normal. Pero, ¿Por qué?
Toda costa tiene fuerte vientos que ingresan a tierra firme y provocan que se doblen los troncos de los árboles que están cerca de las costas. Estas fuertes corrientes de viento son denominadas brisas y provocan precisamente eso que los árboles se doblen por el accionar de los vientos.
Cuando los árboles crecen de edad y tamaño los troncos comienzan a desvencijarse y doblarse. Siguen duros, y nunca más retomarán a la posición inicial.